Inversiones

Una inversión es cuando un segmento cromosómico cambia de orientación dentro del cromosoma. Para que se produzca este suceso es necesario una doble rotura y un doble giro de 180º del segmento formado por las roturas. Hay dos tipos de inversiones según su relación con el centrómero:
Pericéntricas: Incluyen al centrómero. Se detectan fácilmente al microscopio óptico pues implican un cambio en la forma del cromosoma.
Paracéntricas: No incluyen al centrómero y por tanto tampoco afectan a la forma del cromosoma.


En meiosis, es fácil detectar una inversión ya que en paquitena, los cromosomas al intentar estar totalmente apareados, forman un bucle o rizo característico.






Si se da un sobrecruzamiento en la zona invertida, en las inversiones paracéntricas, lo mas frecuente es que se forme un puente y un fragmento en la primera o segunda anafase meiótica (dependiendo del número y de las cromátidas implicadas en los sobrecruzamientos). El fragmento formado en este proceso es siempre del mismo tamaño e igual a la zona invertida más dos veces la distancia entre el punto de inversión y el telómero, independientemente de donde se produzcan los sobrecruzamientos. En las inversiones pericéntricas no ocurre este fenómeno.
Cuando se produce el puente y el fragmento se forman gametos inviables y una reducción teórica de la fertilidad en un 50%, ya que de los 4 productos meióticos, dos serán inviables, y dos viables, uno con la ordenación estándar y otro con la ordenación invertida. Hemos de tener en cuenta también que por lo anteriormente explicado, cuando se da sobrecruzamiento en la zona invertida, no se produce recombinación dentro de ese segmento, por lo tanto todos los genes comprendidos en el segmento invertido se transmiten siempre juntos como si estuvieran en un solo bloque de ADN.



























Las inversiones son de gran importancia evolutiva ya que pueden ser un mecanismo de aislamiento reproductivo debido a la semiesterilidad del híbrido y al hecho de no existir recombinación en el segmento invertido. Todos los genes que se encuentran en el segmento invertido se transmiten siempre juntos y en ese orden, es como si formaran un grupo de ligamiento o un supergen que no sufre alteraciones por recombinación.
En el género Drosophila es muy frecuente la existencia de polimorfismos para inversiones. Estudiando la estructura cromosómica de las diversas especies es posible establecer un árbol filogenético de este género. Dobzhansky y su grupo de investigación, analizaron el cariotipo de diversos grupos taxonómicos, especialmente de los drosophílidos. Esta estructura cromosómica se relaciona con la distribución geográfica puediendose reconstruir la historia evolutiva de las distintas especies. Cuando se realizan estos tipos de estudios, se va analizando el nivel de polimorfismos en cada zona o región. Existe una zona geográfica con una ambiente muy favorable, donde pueden coexistir muchas especies o subespecies y el nivel de polimorfismos es muy elevado. Según nos vamos alejando de este núcleo o región central, las condiciones ambientales son distintas y menos favorables a todos los grupos taxonómicos, en estas zonas solamente existirán los individuos más adaptados y por lo tanto el nivel de polimorfismo será menor.
El problema de la semiesterilidad derivado de la meiosis, es evitado en el género Drosophila ya que se dan unas circustancias muy especiales: recordemos que el macho es aquiasmático (por lo tanto nunca formará puente ni fragmento), y en las hembras lo que ocurre es que las cromátidas del puente nunca van a llegar al óvulo, sino que se quedan en los corpúsculos polares.



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